Siempre me ha fascinado el mundo del tatuaje, pero descubrí mi pasión por él en 2010 casi por casualidad y gracias a una amiga que me mostró y regaló todo lo que necesitaba para empezar a practicar: una vieja y muy usada máquina de hierro y bobinas, una fuente de alimentación analógica, un par de botes de tinta, algunas agujas y muchas ganas de aprender.
En el año 2007 comencé Bellas Artes en la Universidad de Zaragoza (Campus de Teruel) y en el tercer curso me trasladé a la Universidad de Barcelona, donde concluí mi licenciatura en 2013. Fue precisamente en Barcelona donde empecé a tatuar, allí conocí a muchos artistas del tatuaje y diferentes estudios de renombre.
Durante los años 2014 y 2015 estuve viviendo en Temuco (Chile), donde conocí a varios tatuadores locales, pudiendo ver y aprender otros estilos de tatuaje. Por lo tanto, durante mi estancia en Chile continué formándome y tatuando a la vez que trabajaba en un bar.
Poco a poco fui focalizando todo mi esfuerzo en mi profesionalización, adquiriendo máquinas más modernas, materiales de primera calidad y realizando el curso oficial de tatuaje, con el cual conseguí mi acreditación como tatuadora profesional.
Después de mucho trabajo y esfuerzo, el día 26 de octubre de 2018, conseguí hacer mi sueño realidad y abrí mi estudio Mardetinta, en Castellón.
Mi trabajo se define sobre todo por tatuajes de línea, de puntillismo (dotwork) tanto en detalles del dibujo como en un tattoo por completo, de sketch a mano alzada (freehand) y de lettering, sombreados sutiles para enfatizar volúmenes o texturas y utilizando también ocasionalmente el color y el negro sólido tanto en detalles como en partes enteras. Consiguiendo en mis trabajos unos resultados y acabados siempre limpios y finos, cuidando cada detalle.